Editorial: Espasa

«Basta con estar un poco atento para entender que la vida, tantas veces inhóspita y sin sentido, también está llena de cosas maravillosas. Esas cosas maravillosas no son trascendentes, simplemente son divertidas, placenteras y emocionantes».

Delparaíso es un lugar idílico. Una urbanización madrileña del más alto nivel que hace, por este detalle, sentir bien a los propietarios de las casas que la conforman. Sin embargo, no sólo de apariencias viven las personas, así que el autor nos muestra, desde la más absoluta superficialidad y a modo de relatos interconectados, la infelicidad de muchos de ellos pese a amasar una gran fortuna y proyectar una imagen de perfección absoluta.

Inconscientemente, he tenido en mente durante toda la lectura la residencia del propio Juan del Val y Nuria Roca, pero no sé cuánto de autobiográfico tendrá el libro en cuestión y su argumento.

Algunos de los problemas que muestran los protagonistas son los denominados «del primer mundo», por lo que contrastan, soberanamente, con los que tendría una familia «normal». Sin embargo, otros muchos son de gran calado y el lector/a se sentirá afortunad@ de no tenerlos pese a no llevar esa vida ostentosa y cómoda, repleta de todo tipo de lujos.

En definitiva, Juan del Val nos esboza multitud de personajes de diferentes edades, aspectos y caracteres, que, indirectamente, nos describen la sociedad hipócrita, materialista y «de postureo» en la cual nos hemos convertido.

Una lectura muy amena y entretenida, que se lee en un santiamén y que, si rascas en superficie, muestra un análisis crítico que resulta del todo necesario para reflexionar y recapacitar. Por supuesto, destacar que la he disfrutado mucho.

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Beatriz Sánchez

Ambientóloga. Valenciana. Lectora y viajera empedernida.

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