Una historia bella pese a ser trágica, narrada con muchísima sensibilidad y cariño, reflexiva y nostálgica también en numerosos pasajes, pero sobre todo, que rezuma un verdadero canto a la vida y a la esperanza de la especie humana.
Además, cabe destacar que, para tratarse de mi primer audiolibro, me ha gustado muchísimo el tono de la voz del narrador, su cadencia y adaptabilidad al texto leído.