La moraleja de esta bonita historia, que cuenta con unas ilustraciones preciosas y super coloridas (las más bonitas que he visto en mucho tiempo) reside en la importancia que tiene que los papás y las mamás pongan al alcance de sus hijos las herramientas y los recursos para que ell@s se puedan desenvolver solos en la vida. Educar no es sinónimo de sobreproteger y esto último puede tener consecuencias fatales para que nuestros hijos e hijas se enfrenten a la vida.
Leer másUna historia tremendamente bonita, a la par que sensible, que nos ayuda a explicarles a los más pequeños que a veces no nos podemos despedir de alguien a quien queremos mucho antes de que se marche, pero sí podemos atesorar nuestros recuerdos con ellos, que es la manera más bonita de tenerlos presentes. Bueno, a los peques y también a los mayores.
Leer másUn libro con unas ilustraciones muy bonitas y un formato muy cuidado que puede servir de «excusa» para naturalizar ciertos procesos, además de para realizar una comprensión lectora posterior con los peques.
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