CORAZÓN QUE RÍE, CORAZÓN QUE LLORA, de Maryse Condé.
Corazón que ríe, corazón que llora es el primer libro de Maryse Condé que he tenido el placer de leer y lo he disfrutado enormemente. Además de breve (no llega a las 200 páginas) es ameno, con lo cual, dura un suspiro.
Con una capacidad extraordinaria a la hora de describir todos y cada uno de los sentimientos y conceptos que la autora quiere transmitirnos, consigue sobradamente que el lector empatice rápidamente con ella y sus circunstancias.
Esta obra autobiográfica nos muestra el retrato de una familia negra en la isla caribeña de Guadalupe, colonia francesa, que silencia sus raíces africanas en beneficio de una educación marcada por los cánones blancos europeístas. En ella destacan: un padre pedante, una madre clasista y racista, que se considera «la blanca de entre los negros» y ocho hijos (cuatro chicas y cuatro chicos) que entenderán la vida de distintas formas y que tendrán que lidiar con unas directrices paternas estrictas e inflexibles.
Si algo queda claro tras leer la obra de quien fue premiada en 2018 con el Premio Nobel Alternativo de Literatura, Maryse Condé, es que «la educación es la única salida que tiene el pobre» y que «en el corazón de l@s niñ@s, la amistad late con la violencia del amor», pues nadie nace con prejuicios.
SINOPSIS:
No es fácil vivir entre dos mundos, y la niña Maryse lo sabe. En casa, en la isla caribeña de Guadalupe, sus padres se niegan a hablar criollo y se enorgullecen de ser franceses de pura cepa, pero, cuando la familia visita París, la pequeña repara en cómo los blancos los miran por encima del hombro.
Eternamente a caballo entre la lágrima y la sonrisa, entre lo bello y lo terrible, en palabras de Rilke, asistimos al relato de los primeros años de Condé, desde su nacimiento en pleno Mardi Gras, con los gritos de su madre confundiéndose con los tambores del carnaval, hasta el primer amor, el primer dolor, el descubrimiento de la propia negritud y de la propia feminidad, la toma de conciencia política, el surgimiento de la vocación literaria, la primera muerte.
Estos son los recuerdos de una escritora que, muchos años después, echa la vista atrás y se zambulle en su pasado, buscando hacer las paces consigo misma y con sus orígenes.
Profunda e ingenua, melancólica y ligera, Maryse Condé, la gran voz de las letras antillanas, explora con una honestidad conmovedora su infancia y su juventud.
Un magistral ejercicio de autodescubrimiento que constituye una pieza clave de toda su producción literaria, que le ha valido el Premio Nobel Alternativo de Literatura 2018.
Número de páginas: 176 (formato físico)
Editorial: Impedimenta
