TODO LO QUE NUNCA FUIMOS, de Alice Kellen.
No sé qué tiene esta autora a la hora de escribir que hace especial todo lo que cuenta. Desde que la descubrí con El chico que dibujaba constelaciones, quedé prendada de su pluma y de su estilo único y fantástico.
Todo lo que nunca fuimos es el inicio de una bilogía juvenil y fresca que apunta a que será todo un éxito. Cautivadora y a la par, sencilla y embaucadora, te atrapará desde las primeras páginas y hará que empatices fácilmente con los protagonistas, quienes Alice muestra en todo su esplendor, tanto en sus luces como en sus sombras.
Pese a que las comparaciones, por supuesto, son odiosas, en todo momento me ha dado la sensación de estar leyendo una obra típica de Elisabet Benavent pero, a mi parecer, mejor contada, haciendo que el lector/la lectora conecte muchísimo más con los personajes y profundizando en las características de cada uno de ellos.
Sin duda, una apuesta segura 🙂 Ya estoy deseando leer su continuación, Todo lo que somos juntos.
SINOPSIS:
Leah está rota. Leah ya no pinta. Leah es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus padres.
Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a acogerla en su casa durante unos meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la chica llena de color que un día fue. Pero no sabe que ella siempre ha estado enamorada de él, a pesar de que sean casi familia, ni de que toda su vida está a punto de cambiar.
Porque ella está prohibida, pero le despierta la piel.
Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.
Porque a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.
Número de páginas: 352 (formato físico)
Editorial: Planeta.
Ambientóloga. Valenciana. Lectora y viajera empedernida.