Aunque su antecesor, El método 15/33, dejó mucho que desear, en esta ocasión me ha gustado un poco más -quizás también haya ayudado el hecho de que existan historias secundarias que transcurren de forme paralela respecto de la principal y que son igual o más interesantes que esta última-.
No obstante, me parece una copia mala de Lisbeth Salander en muchos aspectos y, en mi opinión, hay algún que otro detalle a falta de pulir en la historia.
Pese a que la trama no está mal, esperaba más de este libro, sinceramente.
Se me ha hecho un poco pesado el hecho de que la protagonista sea superdotada y transmita todo lo que le acontece desde la frialdad y la carencia de sensibilidad que le caracteriza, lo cual hace que se pierda parte de la esencia de la novela.