Alice Hart vive con sus padres en una granja junto al mar, en Australia. No va al colegio, ni tiene relación con otros niños. Recibe educación en casa, aislada.

Un día, se escapa de casa y llega caminando hasta el pueblo, se queda embobada mirando las cafeterías y tiendas, y un edificio que se convertirá en su salvación por lo que contiene: una biblioteca.

Durante toda la historia Alice muestra su amor por los libros, y cómo le ayudan a superar su tristeza. Por los libros y por las flores.

Sus mejores momentos los pasa junto a su madre cultivando flores, ella le enseña a amar las plantas. Pero el día se nubla cuándo su padre vuelve del trabajo, estará de buen humor? O descargará su ira contra ellas? Alice necesita que desaparezca esa versión cruel de su padre, y ha tenido una idea sobre cómo puede transformarlo.

Pero todo desemboca en una tragedia que cambiará su vida para siempre. A partir de de este momento, Alice luchará para sobrevivir a su pasado. No estará sola, pero la gente que te quiere también puede cometer errores.

Una bonita historia sobre cómo sobreponerse a una dura infancia. Con escenarios tan bonitos como la costa australiana, la granja Thorfield con su infinita variedad de cultivos de flores o el rojizo desierto de la Australia interior.

Cada capítulo comienza con la descripción de una flor y su significado, es el lenguaje de las flores, para cuándo no somos capaces de transmitir con palabras lo que queremos decir.

Me ha encantado la protagonista, su fuerza, la necesidad de tomar sus propias decisiones, de cometer sus errores. Así que os recomiendo este libro porque os va a conquistar desde el principio.

No os voy a dejar la sinopsis, ni os recomiendo que la leáis porque está llena de spoilers, revela más de la mitad del libro!! Yo, por suerte, no la leí entera, y después me di cuenta de que contaba de más.

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Yolanda