Además de contar con una portada preciosa, que me encantó nada más verla, la historia es una auténtica joya y no tiene desperdicio alguno. De hecho, me ha sorprendido gratamente que, por un lado, sea la primera obra publicada de la autora, María Reig, y que, por otro lado, ella, una chica de más o menos mi edad –no llega a la treintena- haya sido capaz de escribir semejante novela, tanto por el argumento tan profundo que muestra como por la ardua tarea de documentación que se asoma tras la historia. Además, considero que requiere de gran dificultad puesto que, pese a que existe una trama principal, hay bastantes más que giran en torno a ella, por lo que me ha parecido que en las casi 800 páginas que ocupa la historia, las desarrolla todas con un estilo que me parece, cuanto menos, magistral. No hay fallos, no queda ni un solo detalle sin hilar.
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