La novela que acabé de leer el pasado fin de semana es de las que atrapan al lector desde sus primeras páginas. Es muy entretenida, tiene un comienzo impactante, su desarrollo va de más a menos y su ritmo, que tanto promete al inicio, termina volviéndose irregular hasta un desenlace que, si bien contesta a la pregunta de quién y cómo, no ha terminado de convencerme. 

Con capítulos cortos y una prosa cuidada y sencilla, la investigación de este thriller viaja continuamente al pasado para ir descubriendo que nada es lo que parece y que tanto Sarah como su entorno esconden secretos.

Santiago Vera alterna la primera y la tercera persona para conducirnos por la trama y hasta nos da a conocer algunos extractos del diario de Sarah. El hecho de que no existan ni pruebas ni indicios suficientes que apunten a única dirección, nos lleva a un amplio abanico de sospechosos que podrían haber acabado con la vida de la joven Sarah. 

Durante la lectura del libro estarás haciendo cábalas sobre qué fue lo que realmente pasó y quién es el responsable (atento a las pistas 😉).

Disfruta de esta historia de intriga, crimen y acción.

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Arancha Lancho Manzano