LA NIÑA QUE TODO LO QUERÍA SABER, de Teresa Viejo.
«Quienes han alcanzado sus sueños, esas personas que brillan en lo que hacen o dicen, reconocen una deuda con la curiosidad . Sentirla es, sencillamente, su forma de estar en el mundo».
«Si preguntas, entiendes; si entiendes, sabes; si sabes, quieres saber más y, si quieres saber más, estás vivo». #Spot #LiveCurious #NationalGeographic2019
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Este libro habla de esa energía, a veces primaria, otras procesada, que nos empuja a observar, buscar, averiguar, rastrear, investigar, preguntar, a conectar con otros humanos, con los seres que pueblan el planeta, pertenezcan al reino que pertenezcan. Habla de las ganas de saber y de la inaguantable necesidad de aprender. Del atávico miedo que aviva la incertidumbre y del único remedio que se conoce para doblegarla: la curiosidad.
La curiosidad es el catalizador de la ciencia, la investigación y el emprendimiento, y conforma un transformador modelo de liderazgo; es la savia del trabajo artístico y del aprendizaje; el móvil de todas las conexiones humanas; las alas del crecimiento, la imaginación, la intuición…
En definitiva, la curiosidad es la fuerza motriz de la imaginación y de la creatividad que caracterizan a la especie humana.
¿Qué supone para ti?
Al final de esta maravillosa lectura hay un #TestCuriosidad para que el lector/a pueda ponerse a prueba y comprobar cuál de las siete curiosidades que existen impera en su persona.
Un ensayo profundo, que cala hondo en quien lo lee y sumamente interesante.¡La he disfrutado mucho y me ha producido mucha curiosidad, jaja!
Ambientóloga. Valenciana. Lectora y viajera empedernida.