La felicidad ni tiene talla ni tiene edad, de Vicky Martín Berrocal.
Editorial: @harpercollinsiberica
«Ojalá entre todas podamos cambiar algo y entender que no tenemos que competir con nadie, que no tenemos que vivir la vida queriendo ser otra persona ni seguir cánones determinados. Somos únicas e irrepetibles, seamos como seamos».
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No suelo leer libros de famosos. Reconozco que soy bastante prejuiciosa para ello y tiendo a desmerecer la obra, simplemente por el hecho de quien la haya escrito.
No obstante, el título llegó a mí por error y, como buena lectora empedernida que soy, he sido incapaz de dejarlo cogiendo polvo en la estantería sin indagar más
Además, la mujer que está tras de él siempre me ha parecido elegante, estilosa, sensata y sumamente educada, independientemente de los kilos que haya tenido en ese momento concreto. Para mí, la análoga española a Catherine Zeta-Jones y/o Mónica Bellucci.
Lo que me ha gustado verdaderamente de este libro, a través del cual me he sentido identificada en muchos momentos, es que va de historias reales, la que ha vivido la propia autora desde niña, siempre en lucha constante contra el peso, y las de muchas otras mujeres de su alrededor. En definitiva, me parece real y crítico, además de autobiográfico.
Es una oda a quererse y a cuidarse, a reeducar al cuerpo, darle buena salud y buena vida de manera equilibrada y saludable, en vez de hacer «dietas milagro» y vivir bajo la constante necesidad de llegar a una talla para satisfacer las demandas sociales en forma de yugo para la mujer contemporánea.
Tal y como comenta en él la propia Vicky, «hay que saber encontrar el equilibrio entre la vida y la salud. Has de sentirte bien, a gusto en tu cuerpo y ser amable contigo misma. Y, por supuesto ,entre una cosa y otra, vivir».
Porque la vida no va de ser perfectas ni de aspirar a ese ideal de belleza que nos venden. Somos únicas y debemos ser conscientes de ello. #AquíYAhora
Ambientóloga. Valenciana. Lectora y viajera empedernida.