«Sé valiente. O finge que lo eres. Es lo mismo».
«El amor es lo que permanece cuando todo lo demás ha desaparecido».
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Dalhart, Texas, en 1921.
Elsa, nuestra protagonista, está a punto de cumplir 25 años, ha sufrido fiebres reumáticas durante su infancia y ningún hombre le ha pedido matrimonio. Sin embargo, su amor por los libros, entre los que se refugia, le hace tomar una decisión: estudiar literatura en Chicago, en una universidad donde admiten mujeres.
Sin embargo, el destino y una multitud de reveses azarosos en su vida, le tendrán preparado algo completamente distinto a lo anhelado.
Procediendo de una familia en la que nunca se ha sentido amada, un nuevo amor, Rafe, y los padres de éste, Rose y Tony, harán que la vida de Elsa cambie para siempre.
Después de la Gran Depresión, conocida también como el Crack del 29, Elsa se ve obligada a tomar una dura y difícil decisión: seguir luchando por la granja y la tierra que ama, o bien, emigrar junto a su familia a California, en busca de una vida mejor.
Será al lado de Loreda, Ant y, más tarde, Jean y Jack, que nuestra guerrera desarrollará su más pura esencia y se dejará llevar en la defensa de la justicia social que tanta falta hace en la sociedad americana.
Como siempre, una delicia leer a esta autora, máxime cuando trata un tema que, por desgracia, sigue siendo tan actual y necesario abordar, como los campos de refugiados de nuestros tiempos y la necesidad de humanizarnos ante las auténticas barbaries que sufren en su propia piel miles de inmigrantes en cualquier lugar del mundo. Desde luego, una historia que calará en lo más hondo de tu alma…
