Editorial: SUMA
«Esto es lo que he aprendido trabajando en Burghölzli: los hombres hacen diagnósticos sobre las mujeres. No saben nada de la vida de sus pacientes y, aún así, tienen la osadía de hacerlo. Ya solo este hecho justifica la existencia de doctoras como nosotras».
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En las Navidades de 1876, Ricarda (hija del jardinero del palacio de Freystetten, en la región de Brandeburgo) salva la vida de Florentine (nieta del Conde y antiguo general).
La tía de esta última, Henriette -que está allí por casualidad- es una de las pocas doctoras que ejercen en ese época en Berlín y, a modo de agradecimiento por la gran hazaña, hará de Ricarda su más preciada pupila, llevándola consigo a la ciudad.
Esta circunstancia hará que, excepcionalmente y a través de la que conocía como «komtess», nuestra protagonista pueda conocer mundo y sentirse libre para realizar lo que más le apasiona: la medicina.
Una historia que entrelaza muy bien la lucha de una mujer, en muchos aspectos, por hacerse un hueco en el mundo liderado por hombres y hecho para hombres. ¡Recomendable!
