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LA VERDAD SOBRE EL CASO HARRY QUEBERT, de Jöel Dicker

Decir que si bien esta novela ha sido éxito de ventas hace años, he de ser sincera, ya que no oí hablar de ella hasta hace poco, pero lo vi en mi librería y no pude resistirme a comprármelo tras haber recibido recomendaciones por diversos foros.

Nos encontramos ante un thriller basado en una historia de amor imposible entre una chica de 15 años (Nola Kellergan) y un joven de 34 años (Harry Quebert), y la misma se enmarca en una pequeña ciudad de New Hampshire, donde todos conocen a todos, pero nadie conoce a Harry Quebert,  quien llegado a la ciudad desde New York con el fin de escribir una novela, esconde más de lo que muestra y acaba haciendo de su vida una mentira.

Nola desaparece y 33 años después es hallada precisamente en el jardín de Harry Quebert, para quien comienza un calvario del que le ayudará a salir su fiel amigo y escritor Marcus Goldman, pero no todo será de agradecer, ya que en su afán por demostrar la inocencia de su maestro, Marcus inicia su propia investigación paralela a la policial, hasta desvelar secretos hasta entonces ocultos por los habitantes de Aurora. Secretos que el propio Harry Quebert nunca quiso que salieran a la luz.

Una historia cuya narración se remonta a tres épocas distintas:

Para su desarrollo, la novela se estructura de una forma atípica, concretamente en tres partes, que se componen de un total de 31 capítulos, enumerados de mayor a menor, y que ofrecen al lector una guía acerca de las claves para escribir una buena novela. Claves que Harry Quebert, como mentor, da a Marcus Goldman, y que éste usa para escribir el libro que si bien le dará diversos dolores de cabeza, le llevará ala ansiada cima.

Para ello, va describiendo al extenso elenco de personajes de una forma tan detallada que llegas  a conectar con cada uno de ellos como si de personajes principales se trataran todos, y es que todos tienen un papel relevante en la historia.

He de concluir que me ha resultado un thriller inusual, en el que a lo largo de la lectura me ha suscitado sentimientos dispares y es que a veces me resultó lenta, pues no soy fanática de las historias románticas, y gran parte de la novela se centra en ello,  pero llega un momento en que comienza a sorprenderme, por los maravillosos giros que ofrece, para acabar con un final que si bien me planteé en ciertos momentos, descartaba por la inoperatividad que representaba en mi mente.

El autor juega al despiste en todo momento, ofreciendo un sinfín de posibles finales, todos ellos verosímiles y fáciles de encajar en la historia, pero concluye de forma magistral, conectando a todos y cada uno de los personajes, resolviendo mis dudas iniciales, dándose sentido a toda la historia anteriormente relatada.

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